Cada pareja tiene su propia historia. Algunas se conocieron gracias a algún amigo en común, otras en el trabajo, otras en una noche de bailes o en el tren, o en el metro o por internet… Todas, absolutamente todas las historias nos inspiran y nos embriagan de amor. El amor de entenderse con una sola mirada, el amor de acariciarse el alma, no la piel, de fundirse en uno pero manteniendo el respeto y el espacio… Un amor que lleva a su demostración máxima con la unión del matrimonio y dónde, solo los afortunados elegidos, amigos y familiares disfrutan ese momento. Adoramos formar parte de eso. Como espectadores y narradores nos emocionamos y sentimos su momento como nuestro. Porque nosotros mostramos la esencia con cada foto y cada vídeo. Únicos. Como única es cada boda a la que tenemos el placer de acudir.
Un aficionado capta besos, los profesionales captamos sonrisas. Y la sonrisa es el espejo del alma